Autoestima
El autoconcepto es la percepción que tenemos de nosotros mismos. De quién y cómo somos. Es la imagen mental que tenemos de nosotros mismos tanto física como psicológicamente. Esta idea comienza a tejerse desde la infancia y puede coincidir con la visión que tienen las otras personas de nosotros mismos e incluso coincidir con la realidad o no.
Cuanto más realista sea el autoconcepto, mejor adaptada será la interacción con el ambiente, más nos aceptaremos a nosotros mismos y, por tanto, más sólida será nuestra autoestima. Por tanto, la autoestima es el resultado emocional de aceptarnos a nosotros mismos. Esta percepción es cambiante y va modificándose a lo largo de la vida en relación a las circunstancias cambiantes que van surgiendo.
La autoestima es la base de nuestra salud psicológica. Por ello, si nuestra autoestima es adecuada, podemos interaccionar de modo adecuado y adaptado con nuestro entorno. Al disponer de una autoestima adecuada y alta, seremos más inmunes a los ataques de otras personas pudiendo llevar a cabo una correcta aceptación y adecuación de manera tranquila a cualquier circunstancia que nos acontezca. Es una aceptación incondicional de nosotros mismos. Es el mayor respeto que podemos tener hacia nosotros mismos.
Una autoestima sana permite la defensa de unos ideales propios a pesar de que se obtenga una crítica u oposición externa. Es la seguridad en uno mismo, la de interactuar con un criterio propio. La persona con una autoestima alta, es capaz de reconocer sus errores y llevar a cabo los esfuerzos necesarios para poder modificar sus ideas si estas resultan equivocadas sin miedo a sí mismo. No se deja manipular, es empática, se pone en el lugar del otro.
Una autoestima alta, aportará beneficios en todos los demás aspectos de la vida. En Salud Integral Bilbao, somos expertos en el tratamiento y desarrollo personal desde las especialidades de la psicología y la filosofía.
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