En el presente estudio, se realizó una revisión sistemática centrada en la identificación de la asociación entre estabilidad central y las medidas de rendimiento relacionadas con el deporte; así como también intentar identificar las dificultades encontradas al tratar de entrenar la estabilidad del core con el objetivo de mejorar el rendimiento deportivo.

En el estudio, se buscó sistemáticamente todos aquellos artículos relacionados con el rendimiento deportivo y el entrenamiento de la estabilidad central o core, a través de las bases de datos Medline, Cinahl y Sportdiscus en la franja temporal desde 1982 hasta 2011.

En el estudio, se utilizó un enfoque sistemático para evaluar un total de 179 artículos, así como estudios que midieron la intervención deportiva y de entrenamiento enfocada exclusivamente al core y relacionaron los resultados con el rendimiento deportivo. Se excluyeron a todos aquellos participantes mayores de 65 años o más siendo un total de 24 artículos los que obtuvieron los criterios de inclusión para dicha revisión.

El método de evaluación utilizado fue la base de datos en fisioterapia PEDro. Los 24 artículos se separaron en tres grupos, siendo estos uno de rendimiento general (n =8), otro el de extremidad inferior (n = 10) y el tercero de extremidad superior (n = 6) para facilitar de este modo la interpretación y discusión posterior.

Los resultados demostraron que el entrenamiento de la estabilidad central o core, se utilizó con programas de ejercicio más completos. En muchos de los resultados de los estudios, se observó mejoras en las habilidades de fuerza como por ejemplo, el de carga máxima de sentadillas y el salto vertical.

Sin embargo, no todos los estudios demostraron aumentos cuantificables en las medidas de fuerza y estabilidad del core tras el entrenamiento. Siendo los resultados mixtos, en aquellos estudios donde los artículos se basaron solo en el estudio del entrenamiento del core.

De este modo, se demuestra como el trabajo de entrenamiento exclusivamente del core, es mínimo en los programas de entrenamiento deportivo, así como los sesgos poblacionales, dificultan establecer unos criterios positivos ante este hecho de estudio.

Por tanto, en conclusión, se puede establecer que el entrenamiento de estabilidad central dirigido, proporciona beneficios aislados en el rendimiento deportivo. Los resultados contradictorios obtenidos en la revisión y la falta de estandarización para medir los resultados y el entrenamiento enfocado a mejorar la fuerza y la estabilidad central o core; plantean dificultades, por lo que se requieren más estudios para establecer unos criterios mayores que permitan determinar como la relación de trabajo de fuerza y estabilidad del core, afectan positivamente al rendimiento deportivo.

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